Cómo ahorrar gasolina mediante una conducción eficiente
¿Puedes ahorrar gasolina conduciendo de una forma eficiente? Descubre 10 trucos para economizar lo máximo posible el gasto en combustible.
11/01/2018
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Después de todos los gastos de Navidad, parece que somos más conscientes de lo importante que es ahorrar en los pequeños detalles. Y, para qué engañarnos, cuándo tenemos que parar a repostar gasolina y llenar el depósito del coche, pica más que nunca.
Pero tampoco sabemos vivir sin nuestro querido coche… Entonces ¿cómo podemos hacer para no gastar tanto sin prescindir de nuestro medio de transporte favorito?, ¿es cierto que si seguimos algunos consejos y conducimos de una forma eficiente podemos evitar consumir más combustible del necesario?
A continuación te mostramos diez consejos para ahorrar gasolina en el coche, además de conducir de una forma más segura, eficiente y cómoda.
Las 10 claves para consumir menos combustible al conducir
Arrancar el motor sin pisar el acelerador. Si tu motor es de gasolina, puedes comenzar la marcha justo al arrancar. Si es diésel, debes esperar unos segundos antes de iniciar la marcha. No es necesario por tanto pisar el acelerador en el mismo momento del arranque: solo sería recomendable si hay problemas con la batería o el coche necesita calentarse y llevar más gas al sistema por cualquier otra avería, casos en los que lo que menos nos debe importar es el ahorro de combustible y deberíamos acudir al taller más cercano.
Aprender a utilizar la marcha más adecuada para circular en cada momento. No es un truco, es simplemente adquirir buenos hábitos de conducción y eliminar vicios adquiridos nocivos para nuestro coche. Mediante un buen uso de las marchas es como conseguimos ahorrar mayor cantidad de combustible, pudiendo variar el consumo en un 15%.
Por esta razón, merece la pena recordar que la primera marcha solo se utiliza al iniciar el recorrido y se debe cambiar a la 2ª marcha inmediatamente después. Sólo debemos volver a 1ª en situaciones en las que hay que controlar el coche a muy poca velocidad (curvas muy cerradas, al aproximarse a un semáforo en ámbar para los conductores pero en verde para los peatones...). Por último sólo debemos tener en cuenta la sexta marcha en autovías o autopistas si vamos a superar los 80 km/h durante mucho tiempo.
Velocidad uniforme. Hay que prescindir de los acelerones, los cambios de marcha innecesarios, los frenazos continuos y buscar siempre el ritmo constante y moderado sin cambiar la velocidad en un instante.
Frenar correctamente. El uso indebido de los frenos es otro de los vicios que vamos adquiriendo a medida que pasamos el tiempo conduciendo. Ante la necesidad de una frenada debemos anticiparnos todo el tiempo posible, levantar el pie del acelerador y dejar que avance el coche con la marcha que llevamos en ese momento, ir pisando el pedal de freno poco a poco, y reducir de marcha lo más tarde posible para frenar al completo junto al embrague cuando el coche esté casi inmovilizado.
La clave en este caso para ahorrar gasolina es dejar de acelerar con la marcha seleccionada, ya que el consumo del coche es cero al trabajar únicamente mediante la inercia.
Apagar el motor del coche siempre que vayas a parar más de 1 minuto.
Mantener la distancia. Aunque su principal función es la seguridad y nunca nos debemos olvidar de ella, mantener la distancia entre coches también permite ahorrar gasolina. Esto se debe a que con el espacio suficiente para ello, te puedes anticipar a los movimientos de los demás vehículos y de esta forma levantar el pie del acelerador antes que tener que frenar bruscamente o cambiar de marcha… dos de las claves anteriormente indicadas como las más óptimas para ahorrar gasolina.
Controlar el peso del vehículo. Parece algo insignificante, pero resulta un hecho que cuantas más personas viajen en un coche, más se dispara el consumo. Lo mismo ocurre cuanto más pese la carga del maletero.
Aerodinámica. Cualquier accesorio exterior que no esté garantizado por el fabricante del vehículo va a aumentar la resistencia al aire y aumentar el consumo de carburante. De la misma manera, conducir con las ventanillas abiertas incrementa el gasto un 10% a más de 100 km/h.
Neumáticos. Cada 0,3 bares de presión inferior a la recomendada por el fabricante, se aumenta el consumo un 3%. En un año esa pequeña diferencia puede suponer un gasto extra de 80-100€ en combustible. Otra de las razones fundamentales para revisar frecuentemente la presión de los neumáticos.
Aire acondicionado. Al igual que las ventanillas, lo utilizamos para regular la temperatura del interior del vehículo y puede resultar imprescindible cuando se conduce a ciertas temperaturas, pero no hay que abusar de él. El gasto de gasolina con el aire acondicionado activado se incrementa un 25%.
Atendiendo a estas claves fáciles de llevar a cabo, podemos ahorrar cientos de euros anuales en combustible. No te olvides que tu mecánico de confianza te puede ayudar no sólo en el mantenimiento y reparación de tu vehículo, sino en otras tareas y consultas especializadas como es el caso de las que afectan al consumo y ahorro en el uso del coche.
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