Cómo plantear el calendario de revisiones en el taller
El correcto mantenimiento del vehículo requiere que cada cierto tiempo revisemos sus componentes. ¿Cómo tenerlo presente para el próximo año?
31/12/2018
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Plantear cuánto llevar el coche al taller mecánico se convierte en un dilema para más de un usuario: a las revisiones que nos permiten pasar la ITV se le suman otras tareas de mantenimiento, sobre todo en épocas de frío o calor, o fechas clave en las que ciertos componentes piden recambio.
Depende del perfil de conductor que seamos (precavido, que procura que las piezas siempre estén a punto para cualquier necesidad, o por el contrario algo más relajado en estos aspectos, esperando a que un testigo del salpicadero nos anuncie que ha llegado el momento de revisar el vehículo) prestaremos mayor o menor atención a una acción básica como es llevar el coche al taller no solo cuando éste se averíe pero, independientemente de estos perfiles, ¿cuáles son las fechas clave para una revisión?
Cuando llevar el coche al taller: las claves
Sacar el coche de un concesionario y pensar ya en qué momento lo llevares al taller para su revisión resulta exagerado, pero sí que en este gesto encontramos ya una de las claves que nos marcará el correcto calendario de revisiones que deberíamos llevar a cabo con él en un futuro. Se trata del manual del fabricante.
En estas “instrucciones de uso” del vehículo veremos marcadas las fechas en las que cada uno de los componentes requerirán una revisión o total sustitución. Elementos como amortiguadores, frenos, correa de transmisión, etc., vendrán con indicadores sobre los kilómetros o el tiempo de uso que son capaces de soportar sin acusar desgaste.
Además, encontraremos información detallada sobre otros participantes en la mecánica de nuestro coche menos estandarizada, como es el caso del aceite de motor y sus filtros. Así, podremos plantearnos el cambio de aceite en Córdoba siguiendo unos indicativos que, debido a que esta es una ciudad prominentemente cálida, serán diferentes a los que llevaríamos a cabo en un cambio de aceite en La Rioja, donde el frío actúa a la hora de lubricar el motor.
Otra de las claves viene marcada por la antigüedad del vehículo. Así, al momento en el que se plantea la primera revisión de la ITV, se presenta como indicativo de que el coche tiene un cierto bagaje por el cual algunas piezas pueden comenzar a fallar. No debemos esperar, tanto por seguridad como por comodidad, a que esta información nos llegue en el mismo box de la ITV, siendo las revisiones pre-ITV en el taller lo más indicado para ello.
Cuando llevar el coche al taller: recomendaciones
Otro factor determinante de la frecuencia recomendada de visita al taller es el tipo de conducción que realicemos, no solo en el aspecto de si realizamos una conducción eficiente (evitando “brusquedades” en frenadas, acelerones, cambios de marcha, etc.), sino dónde la realizamos.
Trazados urbanos tienen unas peculiaridades que no tienen por ejemplo trazados de carretera o rurales. Cada uno hace un uso mayor o menor de cada componente, sufriendo más el embrague en ciudad por ejemplo que en una autovía, o la suspensión en terrenos rurales que en carreteras perfectamente asfaltadas.
Así, según hagamos un tipo de conducción u otro, deberemos atender con mayor medida a los componentes que más se ven afectados al volante. Algo que también aplica cuando cambiamos de hábitos (previsión de emprender grandes recorridos cuando solo acostumbramos a conducir por ciudad) o estacionalidad (sobre todo en el caso de componentes al que le afectan las inclemencias meteorológicas, como es el caso de neumáticos).
En todas estas situaciones no solo el taller actúa como preventor de posibles averías, sino también como consejero de cómo ciertos cambios en nuestra conducción o en nuestros hábitos al volante, pueden prevenir un mayor desgaste.
Como realizar el calendario de revisiones
En resumen, si no queremos que nuestro coche denote el paso del tiempo o una pieza haga que su eficacia no sea la correcta, debemos prestar atención al calendario de revisiones una vez se cumplen los 3 años de uso (un año antes de que tengamos que realizar la primera ITV).
A partir de aquí, lo recomendable es que se acuda al taller al menos una o dos veces al año: una con la intención de que todo esté a punto para pasar la ITV y otra para controlar el estado de los componentes más sujetos a desgaste y/o preparar el coche para un cambio estacional.
Estos componentes los podemos agrupar para que marquen casi a la par, cuándo tocan revisarlos por kilometraje, siendo los periodos más comunes los que comprenden los 15.000 – 30.000 km., 50.000 – 60.000 km., y 80.000 – 120.000 km.
Podría parecernos excesivo o incluso poco recomendable para nuestra economía acudir al taller con esta frecuencia, pero debemos tener presente que estas revisiones no siempre implican cambio de piezas y que, en el caso de que éstas se produzcan, se realizan en menor medida que si hubiera una rotura o avería.
Así, conviene mucho más para nuestra comodidad, seguridad y bolsillo que se nos sustituya un amortiguador porque presente indicios de desgaste, que esperar a que sea ineficaz y por el camino afecte también directamente a ruedas, sistema de dirección y muelles.
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