¿Cambiar o reparar el sistema de frenos del automóvil?
Uno de los sistemas principales del coche es el de frenado, pues de él depende la seguridad de todos los ocupantes del vehículo. No hay espacio para el error o no realizar las revisiones periódicas del coche..
23/08/2019
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Uno de los sistemas principales del coche es el de frenado, pues de él depende la seguridad de todos los ocupantes del vehículo. No hay espacio para el error o no realizar las revisiones periódicas del coche.
Para mantener el sistema de frenos del automóvil en óptimo estado hay que llevar a cabo una serie de acciones de mantenimiento. Hablamos de la sustitución de las pastillas o el cambio de discos del sistema cuando sea necesario.
Frenos del coche: qué tener en cuenta
- Presta atención a las señales: hay indicadores que alertan sobre posibles fallos o averías del sistema de frenos. Así por ejemplo, un chillido cuando se oprime el pedal indica que las pastillas se han desgastado o cristalizado. Otra señal de desgaste se aprecia cuando tienes que hacer mucha fuerza en el pedal para frenar. Por otra parte, si el pedal se hunde más de lo normal, es un indicativo de escape en el líquido de los frenos. No obstante, en los vehículos modernos suelen aparecer pilotos luminosos en el frontal que avisan de problemas. Pero siempre conviene saber reconocerlas e identificarlas.
- Recambio a tiempo: Cuando aparece cualquier señal de aviso de desgaste, se debe acudir de inmediato al taller mecánico de confianza para que lo revisen. Allí nos indicarán si hay que sustituir las pastillas o zapatas, dependiendo si se trata de frenos de disco o tambor, respectivamente. Existen ocasiones en las cuales se requiere sustituir los discos debido a su deterioro ocasionado por el uso de pastillas en mal estado.
- Observación del sistema: el líquido de frenos nunca debe tener fugas y debe ser sustituido cuando esté por debajo del nivel indicado. Cada dos o tres años, debe cambiarse por completo, puesto que después de un prolongado periodo de tiempo de uso suele deteriorarse. Asimismo, merece la pena destacar que el estado de los neumáticos también afecta a la frenada por la que hemos de revisarlas y cambiarlas cuando el dibujo esté desgastado para evitar sustos.
- Conducción preventiva: una de las mejores formas de mantener óptimo el funcionamiento del sistema de frenos, es a través de una conducción cuidadosa evitando las frenadas bruscas. También podemos reducir la velocidad del vehículo con el propio cambio de marchas, aunque esta solución solo será válida cuando haya muy poco tráfico o estemos en una recta larga que nos permita verificar que no hay nadie delante.
- Revisión periódica: todo conductor precavido debe llevar un registro minucioso de las veces que deba sustituir el sistema de frenos, ya sean las pastillas o zapatas. Su duración depende de factores como los kilómetros que hagamos al coche, si hay cuestas, el tipo de terreno, si es ciudad o carretera y el cómo conducimos. Todo influirá en el estado de las mismas y su vida útil.
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