Conducción en la tercera edad ¿hasta qué edad permanecer al volante?
El tema de la conducción en la tercera edad es delicado por dos motivos: sentirnos seguros y no comprometer la seguridad de terceros. ¿Hasta cuándo permanecer al volante?
24/05/2017
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Conducción y tercera edad no es un binomio excluyente: se puede conducir perfectamente pasados los 65 y resultar incluso más seguro y prudente que un joven de 20. Pero hay ciertos aspectos que afectan en la tercera edad que tienen como consecuencia directa una pérdida de reflejos y atención al volante, lo cual sí compromete tanto nuestra seguridad como la de los vehículos que nos rodean.
Es por ello que, llegada cierta edad, es momento para decir basta y, aparcar para siempre nuestro vehículo y dejarlo en manos de nuestros hijos o conocidos que puedan hacer un uso más seguro de él pero, ¿cuándo llega ese momento?, ¿cuándo creemos conveniente dejar de conducir en la tercera edad?
Datos relevantes sobre conducción y tercera edad
Según el último informe de la aseguradora Línea Directa, obtenemos varios datos llamativos sobre qué supone conducir por encima de los 65 años:
- La tasa de accidentalidad es 4 veces menor que en menores de 25, y menos de la mitad comparada entre conductores de 35 a 44 años.
- La mortalidad es 2,5 veces superior al resto de conductores, con un 9% más de probabilidades de resultar heridos graves.
¿Qué nos indican estos dos datos? Por una parte, los conductores pertenecientes a la tercera edad resultan más seguros y fiables sobre el asfalto, ya que prestan mayor atención y son más conscientes de los peligros de una conducción temeraria o despreocupada. Por otra parte, en caso de siniestro, resultan los más expuestos y más propensos a sufrir accidentes con consecuencias catastróficas.
Peligros que conlleva la conducción en la tercera edad
Pese a que generalizar es injusto y cada cual se comporta de distinta forma frente al volante, sin ser la edad un rango demasiado distintivo, atendiendo a los resultados del estudio anteriormente presentado, se puede concluir con que los conductores de la tercera edad no resultan más peligrosos que los que acaban de entrar en el periodo de madurez.
No obstante, se dan circunstancias propias de la excesiva madurez que si pueden derivar en cierto grado de peligrosidad al volante, como puede ser perder la capacidad de atender a señales luminosas o acústicas con inmediatez.
En qué momento plantear dejar la conducción
Como consecuencia de lo anterior, no se puede marcar una edad concreta o exacta en la que dejar de conducir, ya que ni siquiera está regulado oficialmente: perfectamente una persona con 65 o incluso 75 años, puede tener la capacidad para conducir sin verse afectado por deficiencias que impidan una atención excelente al volante. Pero al momento que, tengamos 50 o 70 años, notemos que comenzamos a perder reflejos, debemos progresivamente ir abandonando el hábito de la conducción.
Otro indicio que nos indica que ha llegado el momento de aparcar para siempre nuestro vehículo, es cuando acuciamos cansancio constante a la hora de conducir, lo cual nos lleva a que ese abandono progresivo, vaya acompañado de una reducción de las distancias con las que recorremos la carretera en nuestro vehículo.
En cualquier caso, contar con ayuda profesional: de médicos que diagnostiquen tus buenos reflejos de talleres mecánicos que puedan adaptar tus necesidades a tu vehículo, es primordial para extender esta temida fecha o ser determinantes cuando toca este momento para nunca ver comprometida nuestra seguridad ni la de los que nos rodean.
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