Consejos para proteger la pintura de tu coche de las inclemencias del tiempo
Un vehículo ve su carrocería afectada por inclemencias del tiempo y otros factores. Descubre cómo puedes proteger la pintura de tu coche
27/04/2018
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Cuidar el motor de un coche es esencial, pero si hay un elemento que nos gusta que siempre luzca como nueva es su carrocería. De hecho, es básicamente el aspecto que más destaca para saber si un vehículo está cuidado y se mantiene como nuevo durante años.
Por esta razón, no son pocos los domingos que le dedicamos a pasarle la gamuza y el extremado recelo cuando nos acercamos a la columna de un parking o a otro vehículo estacionado pero, aun así, hay cuidados que no podemos controlar, como la exposición al sol o las inclemencias del tiempo. ¿Cómo podemos reducir sus efectos nocivos en la pintura de nuestro coche?
Cinco consejos para proteger la pintura de tu coche
Retira siempre elementos que se posen en la pintura
Los domingos de manguera y gamuza están muy bien, pero siempre que lo necesite, debemos estar dispuesto a limpiar en superficie nuestro vehículo.
Cuando vamos a la playa, la arena y el salitre son los principales enemigos de una pintura como nueva, situación que no cambia si nos decidimos por la montaña, donde las hojas y restos de insectos son esta vez los encargados de estropear nuestra carrocería.
Por ello, antes de retomar la marcha, pasa un paño de microfibras con abundante agua sobre la superficie del coche y sin frotar, ya que estos elementos podrían producir ralladuras.
Aparca siempre que puedas bajo cubierto
Un garaje bien ventilado es lo que mejor le sienta a un vehículo, pero no siempre nos podemos permitir que nuestro coche duerma bajo techo. Lo que sí, en el caso de que ante cualquier desplazamiento o a la hora de dejarlo aparcado, podamos elegir entre un espacio bajo el sol o a la sombra ni lo dudes: el sol no solo hace perder brillo y la intensidad del color, sino que además “fija” los rastros de suciedad.
Por otra parte, cuidado con que la sombra provenga de un árbol: te protegerá del sol, pero no de los excrementos de aves (extremadamente corrosivos), hojas e insectos. Lo ideal es que si tienes la oportunidad de hacerlo, cubras con una lona todo el coche.
Encera el coche
La aplicación de ceras protectoras son altamente recomendables y debería formar parte del mantenimiento integral de tu coche con su aplicado, al menos, una vez al año.
Ahora que las lluvias comienzan a amainar y aún no han llegado las altas temperaturas es un momento ideal para el encerado del vehículo y que su exterior se proteja de agresiones externas a la par que se permita una limpieza más cómoda y efectiva.
Ojo con la lluvia
Que llegue el tiempo no significa que desaparezcan las lluvias. Es más, corremos más riesgo de sufrir una de esas lluvias saharianas que cubren de barro todo.
Por muy limpio y aséptico que nos pueda parecer que caiga agua sobre nuestro coche, la lluvia siempre trae consigo restos de suciedad y agentes contaminantes que se adhieren a nuestra carrocería, por no hablar que un entorno lluvioso es un entorno embarrizado. Por lo que no te engañes: tras la lluvia tu coche necesitará otro aclarado.
Plantea una limpieza “a fondo”
Lo ideal es que una vez a la semana como mínimo, limpiemos nuestro coche de forma más generalizada que pasándole una bayeta o gamuza para así garantizar una pintura siempre brillante y protegida.
No obstante, en torno una vez al mes o cada dos meses deberíamos realizarle una limpieza más en profundidad, como la que proporciona acudir a un taller de lavado donde tenemos a nuestra disposición todos los materiales adecuados para dejar exteriores e interiores totalmente como nuevos.
Mucho mejor si evitamos el uso del, aunque cómodo, en ocasiones contraproducente túnel de lavado, ya que la dureza de algunos cepillos entre los que se introduce el vehículo pueden dañar más que proteger nuestra pintura: mangueras de caudal controlado, chorro a presión para cristales, ruedas y plásticos y aspiradoras entre otros instrumentos son los ideales para este cometido.
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