Todo lo que debes saber sobre el desgaste de la superficie de los neumáticos
El uso excesivo de las ruedas reduce el control sobre el vehículo. Averigua si ha llegado el momento de renovarlas.
28/06/2018
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Los neumáticos suponen el único punto de contacto de nuestro vehículo con el suelo, son el pilar sobre el cual se erige nuestra conducción y el responsable directo de la estabilidad y seguridad de la misma. De ahí la importancia de su buen estado y de que cumplan con unas condiciones mínimas para evitar posibles accidentes o sustos en la carretera, ya que de ellos depende la adherencia a la calzada.
Uno de los principales problemas con el que nos encontramos al hacer una revisión es el desgaste de las ruedas. Por un lado, puede ser consecuencia lógica del uso normal de vehículo o puede que nos encontremos con un desgaste anormal, más marcado en una zona concreta.
Riesgos de un neumático desgastado
Entre otras cosas, conducir con la goma muy usada aumenta el riesgo de sufrir un pinchazo o de aquaplaning, ya que estos pierden su capacidad de evitar el contacto con el agua en algunos puntos. Básicamente el desgaste de la superficie de los neumáticos reduce el control sobre el vehículo.
La normativa europea establece una profundidad obligatoria de al menos 1,6 mm de goma en toda la circunferencia de la rueda; algo de obligado cumplimiento para poder pasar la ITV. Sin embargo, el neumático comienza a perder prestaciones mucho antes.
Además, circular incumpliendo esta norma el resultado puede suponer una multa de 135 euros y a la inmovilización inmediata de tu vehículo.
Cómo medir el nivel de uso de nuestras ruedas
Todas cuentan con un testigo de desgaste que puedes encontrar incrustado en las ranuras principales: se trata de un taco de goma de 1,6 mm de espesor. Si la goma llega al nivel de dicho indicador debes de cambiar el neumático, pues estás en el límite de lo legal.
Hay marcas que además de estos testigos añaden otros de manera intermedia para avisarnos de que se las prestaciones óptimas han desaparecido.
Las siglas TWI (Tread Wear Indicator: indicador de desgaste), el logo de la marca o un triángulo en el costado del vehículo te avisarán de la localización del testigo.
El truco de la moneda
Los talleres usan un indicador de profundidad o profundímetro, algo que por regla general no encontraremos en casa. Pero si quieres hacer una pequeña comprobación antes de acudir a tu taller de confianza, hay una forma fácil: introduce una moneda de 1 € en las ranuras principales y si las estrellas grabadas en el borde de la moneda son visibles, es hora de hacer una visita a tu mecánico.
Su desgaste se puede reducir conduciendo de manera suave, sin frenazos ni acelerones; cuidando de no llevar mucha carga de forma innecesaria; y vigilando que las ruedas de ambos ejes se desgasten de forma simétrica. Si no es así, puede que el problema sea de la dirección o de cualquier otro elemento que pueda incidir en el rodaje. En este último caso, en cualquier revisión de mantenimiento te pueden informar de cómo evitar un desgaste excesivo de la superficie del neumático, ahorrando en repuestos y lo que es más importante: ganando en seguridad.
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