4 indicativos de discos de freno desgastados o alabeados
Conducir con unos discos de freno desgastados supone conducir sin la seguridad de un elemento clave para evitar accidentes. Descubre cómo detectar un mal funcionamiento
12/07/2019
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Aprender a detectar indicios en nuestro coche que alertan de una avería supone aprender a evitar desagradables situaciones frente a la conducción. En el caso de unos discos de freno desgastados esto se vuelve una necesidad vital, ya que hablamos de uno de los elementos que forman el triángulo de seguridad de la conducción, pero ¿cómo saber a qué momento toca acudir al taller para cambiar unos discos de freno desgastados?
4 indicios de unos discos de freno desgastados
Lo primero es insistir nuevamente en la importancia de controlar este tipo de fallos en el coche. Los frenos en rara ocasión fallarán de forma repentina, siempre antes de una avería les precederá una serie de indicios que bien interpretados, nos ahorrarán sustos en la carretera o averías de mayor gravedad.
Por otra parte, hablamos de situaciones que suelen ser fácil de predecir con la correcta planificación y si seguimos las recomendaciones del manual del fabricante y nuestro propio mecánico de confianza, los cuales nos dictarán que, aproximadamente, los discos de freno se desgastan en torno a los 60.000 km recorridos.
También puede ser que unos hábitos de conducción fuera de lo común produzcan el alabeado del disco (su doblez debido a los cambios de temperatura). Así, una de las causas más frecuentes de los cambios de discos de freno en Cantabria es este doblamiento que se produce en casos como cuando el agua de lluvia penetra en los discos de freno durante la subida a un puerto de montaña.
Este cambio supino de temperatura (de ir el disco en caliente por las frenadas continuas, se enfría con el contacto del agua) produce que se deforme unos milímetros que, poco a poco, puede suponernos su total alabeado.
Indicio #1: vibración del pedal
Si exceptuamos el caso de que el ABS esté activado (entonces es indicativo de que el bloqueo de ruedas está correctamente desactivado para permitir frenadas de emergencia), una vibración del pedal inusual es precisamente la manifestación de unos discos de freno alabeados.
También puede ser producido por un desgaste de los rodamientos o una incorrecta alineación de las ruedas. En cualquier caso, notar este indicio se debe traducir en visita al taller cuanto antes.
Indicio #2: chirrido agudo al pisar
Esta señal es indicativa de presencia de partículas de polvo metálico, pequeñas piedras del camino, o incluso trozos de la pastilla por ser de mala calidad, que producen este ruido poco agradable al entrar en contacto con los discos de freno.
También puede ser causa de que las pastillas hayan alcanzado el límite de desgaste, rozando con la pieza metálica el disco y con ello desgastándolo y provocándole daños irreparables que acabarán con su total sustitución.
Si el sonido es rítmico y se hace notar incluso sin tocar el pedal de freno, se debe nuevamente a que los discos se han alabeado.
Indicio #3: capacidad de frenada reducida
Cuando en condiciones normales de conducción, los frenos no responden de la forma que debieran, puede ser causa del fenómeno denominado como fading.
El fading es la causa de una conducción que se podría calificar como agresiva: los discos o pastillas de freno superan el grado de temperatura óptimo debido a un abuso de su uso y, como consecuencia, pierden adherencia y con ello capacidad de frenada.
Indicio #4: aumenta el recorrido del pedal
Si notamos que el coche frena correctamente, pero para ello tenemos que pisar el pedal de freno a fondo o realizando un recorrido más largo del habitual, es un claro indicio de que, o bien las pastillas de freno, o bien los discos de freno, están comenzando a desgastarse.
Aspectos que tener en cuenta al notar indicios de discos de freno desgastados
Cuando hablamos de indicio, hablamos de señal de que algo va mal en nuestro vehículo. En estos casos, conocer su posible causa nos puede ayudar para que, por ejemplo, en el caso del fading, dejar reposar el vehículo para que el sistema de frenos autoregule su temperatura y pueda volver a funcionar con aparente normalidad.
No obstante, los “autodiagnósticos” pueden ser peligrosos en cuanto la causa del mal funcionamiento puede venir de otros elementos o afectar a otros componentes, por lo que la reacción siempre debe ir acompañada de programar una visita al taller para asegurarnos que el problema es exactamente el detectado, se resuelve y que nuestro vehículo puede volver a funcionar con normalidad.
Recuerda que ningún conductor se puede permitir un sistema de frenos en mal estado, por lo que, a la mínima duda, contacta con profesionales.
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