Distancia de seguridad entre vehículos: cómo asegurarla
Disponer de los mejores sistemas de seguridad es clave, pero también unos hábitos al volante adecuados. ¿Cómo mantener una distancia de seguridad adecuada?
13/02/2019
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No todo en la seguridad durante la conducción es mantener el “triángulo” en perfecto estado (neumáticos, amortiguadores y frenos). Si tenemos unas ruedas con superficie adecuada, unos amortiguadores que responden a la perfección y unos frenos reactivos, de nada sirven si no prestamos la atención adecuada al volante y no mantenemos una distancia de seguridad entre vehículos adecuada.
A este respecto, por mucho que se nos recomienden 10 metros en vías urbanas por ejemplo (más si hay lluvia o inclemencias meteorológicas), las condiciones de cada vehículo son tan particulares que no se puede estandarizar con una cifra que nos asegure una reacción adecuada.
Así, 10 metros puede ser la distancia adecuada si se mantiene una velocidad menor a los 30 km/h, pero basta que un vehículo en una cola no cuente con el sistema de frenos en perfecto estado para que, ante una incidencia, le sea insuficiente esos 10 metros para que su vehículo se detenga. ¿Cómo entonces podemos saber cuál es la distancia de seguridad entre vehículos adecuada?
Cómo calcular la distancia de seguridad entre vehículos adecuada
Factores dependientes
Insistimos: lo primero es tener en perfecto estado todos los elementos que influyen en el llamado como “triángulo de la seguridad del vehículo”: unos neumáticos adecuados al trazado y a la climatología por la que solemos circular (y por supuesto que no se encuentren desgastados, es decir, con una profundidad de surco por encima de los 1,6 mm.), unos amortiguadores que aseguren la firmeza del coche en el trazado, y unos frenos cuya activación permitan una reacción inmediata.
Una vez tenemos bien claro este aspecto, (que nada va a fallar y que la reacción dependa únicamente de nuestras acciones, no de la mecánica del vehículo) los factores a tener en cuenta son dos:
- Tiempo de reacción: es el tiempo que pasa desde que percibimos un posible peligro y reaccionamos en consecuencia para evitar una incidencia, por ejemplo, pisando el freno.
- Distancia de frenada: es el recorrido que necesita nuestro coche desde que activamos el freno hasta que se detiene el vehículo totalmente.
La reacción y distancia en números
Para poder determinar cuál es la distancia de seguridad adecuada, debemos tener datos menos subjetivos y más objetivos. Así, el tiempo de reacción de una persona en circunstancias normales se calcula en 0,75 segundos.
Es importante subrayar el “circunstancias normales”, ya que el tiempo de reacción aumentará si la visibilidad es pobre, si conducimos somnolientos o hemos consumido medicación, alcohol o estupefacientes, etc.
En cuanto a la distancia, considerando que nuestro vehículo también se encuentra en “circunstancias normales” (triángulo de seguridad revisado y mantenido), un coche se detendrá a 120 km/h. pasados los 80 -90 metros.
A estos 80 - 90 metros, habría que sumarles los recorridos hasta que activamos el freno. Es decir, los metros recorridos durante el tiempo de reacción, que se estima en unos 20 – 30 metros.
Esto quiere decir que la distancia de seguridad óptima en autovías y autopistas será en torno a los 120 metros, que deberemos aumentar si las condiciones no nos son favorables (estado de neumáticos no adecuado, frenos que tardan más en reaccionar, niebla que dificulta la visibilidad, etc.).
Para vías menos rápidas, la proporción siguiendo estos mismos cálculos sería la siguiente:
- 30 km/h: 10 metros.
- 50 km/h: 25 metros.
- 90 km/h: 80 metros.
- 100 km/h: 100 metros.
Para vías húmedas o condiciones poco favorables, se recomienda directamente doblar la distancia de seguridad, por lo que a 90 km/h deberíamos mantener los 160 metros de recorrido entre nuestro vehículo y el siguiente.
Ayuda para una distancia de seguridad adecuada
Lo principal es tanto conocer cómo reacciona nuestro vehículo como nosotros mismos. Así, sabemos de entrada que a 50 km/h debemos mantener una distancia de seguridad de unos 25 metros, pero si ese día nos encontramos algo menos ágiles de capacidades por cualquier razón, no está de más que esos 25 metros se conviertan en 30, 40 o 50 según las circunstancias. El doble directamente si llueve o si nuestros frenos / amortiguadores / neumáticos por su estado, tardan también el doble el reaccionar.
Igualmente, nuestros hábitos de conducción, (por dónde solemos conducir), también determinará nuestra costumbre a la hora de mantener una distancia adecuada entre vehículos.
Si es frecuente que realicemos el trayecto Madrid – Zaragoza casi a diario, también debería ser frecuente que acudamos a un taller para cambio de frenos en Zaragoza para que esos 100 metros que se recomienda mantener en autovía no los tengamos que aumentar.
Igualmente, en el caso de esos 10 metros para vías urbana, también aplicables en trazados rurales como el presente en pueblos donde haya carreteras entre colinas, terraplenes o montañas. En este caso, un taller donde nos revisen los amortiguadores en Murcia debería ser la constante al menos una vez al año para no tener que aumentar esta distancia o contar con menor tiempo de reacción.
Por último, debemos recordar que desde las propias carreteras contamos con ayuda para determinar la distancia de seguridad adecuada en condiciones normales de tránsito. Se trata de los galones: unas marcas que se realizan sobre el pavimento de las carreteras y cuya distancia entre unos y otros es la misma que la que se debería mantener entre coche y coche a la velocidad máxima permitida en la vía.
Si no estamos familiarizados con ellos, son fácilmente reconocibles porque, además de anunciarse mediante letreros en el arcén, reproducen los dos ángulos (también llamados chevrones) que la marca Citroën usa como icono. Así, si pasamos por uno de estos galones con el coche, deberíamos poder ver el siguiente si es que mantenemos la distancia de seguridad adecuada.
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