Guía definitiva sobre uso de las cadenas para la nieve
Vivamos en un clima frío o no, conocer y tener a mano cómo hacer un uso de las cadenas para la nieve adecuado es fundamental si nos desplazamos entre montañas
29/11/2018
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No hace falta trabajar en un taller mecánico en Huesca para saber en todo momento cómo colocar las cadenas para la nieve: quien más y quien menos, todos los conductores deberíamos conocer cómo actuar si una nevada nos sorprende, más aún si nos encontramos en zonas montañosas.
Solo hace falta recordar lo sucedido el pasado invierno en la madrileña AP-6, en el asturleonés puerto de Pajares, y otras tantas carreteras españolas donde es sencillo que una nevada nos coja por sorpresa y, la confusión, provoque el caos y grandes retenciones por culpa de quienes acuden a la montaña sin tener su vehículo preparado al 100% para ello.
Por esta razón, desde SPG Talleres os queremos detallar cómo hacer un uso adecuado de las cadenas para la nieve, como guía de referencia para cualquier momento en el que surja un imprevisto en forma de nevada.
Guía completa sobre el uso de las cadenas para la nieve
Para qué sirven las cadenas para la nieve
La respuesta puede parecernos obvia, pero es muy importante que más allá de “para la nieve”, comprendamos su función. Esto nos permitirá que no solo las tengamos bien presentes en zonas en las que nos podamos encontrar con una nevada, sino que también le demos importancia a los elementos de seguridad complementarios que aseguran su eficacia.
Gracias a las cadenas para la nieve, mejoramos la fricción con el asfalto, que se ve ampliamente reducida cuando sobre éste encontramos elementos que nos hacen perder adherencia (como la nieve, pero también placas de hielo, barro, arena o agua, provocando el famoso aquaplaning)
Mediante éstas, podemos acortar las distancias de frenado (evitando frenazos) y mejorar la direccionabilidad de nuestro vehículo (evitando derrapes y patinazos). Tener esto último presente nos sirve para nunca olvidar que otros aspectos de nuestro vehículo como los frenos o la suspensión, deben tener un mantenimiento adecuado y estar siempre a punto.
Cuántos tipos de cadenas para la nieve existen
Dentro de las cadenas metálicas tradicionales, encontramos también diversas tipologías según el ancho de rueda (no es lo mismo unas cadenas para un coche de tracción simple que para un 4x4), aunque la división más común responde a tres tipologías:
- Transversales: también denominadas como “de escalera”, ya que estiradas sobre el suelo se asemejan a esta herramienta. Se trata de dos cadenas en paralelo en las que se entrecruzan otras cadenas de menor tamaño a modo de “peldaños” sobre los que “trepa” la banda de rodadura.
- De zigzag: se diferencian de las transversales en cuanto las cadenas de menor tamaño, en vez de formar peldaños, se colocan cruzadas, formando varias zetas. Esto permite que la banda de rodadura siempre esté en contacto con alguna cadena, sin necesidad de esperar al siguiente “peldaño”, con lo que aumenta notablemente la tracción.
- De rombos: la formación de las cadenas de menor tamaño es similar a una rejilla o cesta de baloncesto, por lo que ya no únicamente siempre está la banda de rodadura en contacto con alguna cadena, sino que la estructura está cubierta por completo de éstas, consiguiendo el máximo agarre.
Alternativas a las cadenas para la nieve
El elemento más eficaz para la seguridad en la conducción en condiciones de nieve son las cadenas metálicas en cualquiera de las tipologías que hemos descrito. No obstante, encontramos alternativas que en caso de nevadas leves nos pueden ser útiles.
La más común de esta tipología son las textiles, también llamadas cadenas de tela o calcetines de nieve, cuya principal ventaja es la sencillez de su montaje. Como contrapunto, no puede usarse a más de 50 km/h y su durabilidad es limitada (se deben lavar tras cada uso).
El uso de neumáticos de invierno o neumáticos crossclimate (multiestacionales), también pueden ser una opción adecuada, aunque en condiciones adversas o en coches sin tracción total siguen siendo las cadenas metálicas la mejor opción.
Si nos inclinamos por esta última (y cómoda) opción, debemos tener en cuenta que, para una eficacia total, el neumático debe contar con el distintivo M+S (barro y nieve), y una profundidad del dibujo que no se rebaje de los 4 mm.
Una última alternativa son las llamadas “cadenas líquidas”: sprays que contienen una resina de alta viscosidad y que mediante ella se aumenta la adherencia. No obstante, el agarre es mínimo, por lo que ante una capa de nieve “consistente”, no resultan nada recomendables.
Atendiendo a la normativa, es obligado el uso de cualquiera de estos tipos de cadenas en las ruedas motrices (a excepción de los sprays) en condiciones de nieve, sea leve, ventisca o temporal. Los neumáticos de invierno homologados también se aceptan como seguros legalmente.
Limitaciones de las cadenas para la nieve
La principal es que no pueden ser usadas en tramos de túneles, así como en zonas donde se haya retirado la nieve aunque sean tramos cortos.
La razón no es otra que sin la presencia de nieve que amortigüe el golpe de la cadena con el asfalto, se puede dañar notablemente tanto el neumático como la llanta y las suspensiones.
También se limita su uso a vehículos que cuenten con amplio espacio entre el neumático y el paso de rueda. De no contar con un margen amplio que impida cualquier roce con el chasis del vehículo, las opciones textiles, cadenas híbridas o los neumáticos de invierno son mejores opciones.
Cómo montar las cadenas para la nieve
Lo primero es tener en cuenta en qué ruedas debemos montarlas. Lo recomendable es en las cuatro ruedas, pero las que sí deben contar con ellas para que sean eficaces (y no te multen) son las ruedas motrices.
En este artículo sobre cómo colocar las cadenas para la nieve aprenderás a usarlas como los talleres mecánicos profesionales de Asturias: desde conocer las distintas partes que la componen hasta realizar todos los pasos en dos minutos.
No obstante, te recomendamos que previamente practiques antes de salir hacia zonas nevadas para no dejar nada a la improvisación (y para ser más ágiles, ya que las condiciones de frío no son las adecuadas para maniobrar una rueda).
Los pasos que llevar a cabo son los siguientes:
- Estira las cadenas frente a la rueda donde las vayas a colocar para comprobar que no haya enredos
- Estira el cable de acero por la parte de atrás de la rueda (la no visible), cubriendo todo el borde de la circunferencia
- Une ambas fijaciones de los extremos con sus engarces, de forma que el cable de acero quede fijado
- Coloca sobre la superficie de goma las cadenas hasta que sobresalgan por el frontal visible, fijándolas mediante el engarce de los garfios con los eslabones de cada extremo del cable de acero.
- Tensa al máximo la fijación mediante el extensor, que deberá atravesar el diámetro de la rueda hasta el otro extremo, donde lo engarzarás con el enganche que le quede más cercano.
Estos pasos, con práctica, no resultan tan complicados como nos pueda parecer. Lo más importante es que al momento de tener que seguirlos te encuentres en un lugar seguro para ello, señalices tu posición adecuadamente y puedas maniobrar con calma (pero sin pausa).
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