Cómo interpretar los indicios de avería en nuestro coche
Nuestro coche suele darnos señales de que algo no va bien. ¿Cómo interpretarlas?, ¿cuáles son los indicios de avería inminente en el vehículo?
13/10/2017
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Nuestro coche, y más si apenas tiene unos años y no es un modelo de los de hace décadas, suele integrar sistemas de alerta ante averías inminentes en el cuadro de mando: los llamados testigos luminosos. Pero no todos los indicios vienen cómodamente indicados mediante una señal que parpadee en el panel de control. Muchos de ellos vienen de saber escuchar e interpretar qué le está ocurriendo.
Retardos en la respuesta ante la frenada, un sonido chirriante en el cambio de marcha… Son muchas las alertas que nos avisan de una avería no tan lejana y que claman a gritos una buena sesión de revisión y mantenimiento en tu taller. ¿Cuáles son los principales indicios de avería en nuestro coche?
Principales indicios de avería en nuestro coche y cómo interpretarlos
Leve balanceo del coche
Un ligero balanceo del coche que se vuelve más pronunciado tomando las curvas en alguna dirección es sinónimo de baja presión en las ruedas.
La presión de las ruedas se debe revisar cada dos semanas, y si notamos que durante este periodo de tiempo va perdiendo fuelle, es necesario que llevemos al taller al vehículo, ya que probablemente la pérdida sea producida por una válvula defectuosa o por tener un objeto que no detectamos clavado en la banda de rodadura.
Puestos a revisar las ruedas de nuestro coche, aprovechamos para recordar que está prohibido y supone un peligro rodar con neumáticos con menos de 1,6 mm de dibujo. Si nos estamos acercando a esta medida límite, conviene un cambio inmediato de neumáticos.
Humo en el capó
Este es uno de los casos más extremos que nos podemos encontrar y no se trata de un indicio, sino de una fatalidad.
Es una de las señales que produce el quedarnos sin aceite lubricante, y por el que sabrás de la extrema importancia de que siempre tengamos los niveles correctos de aceite antes de encender el motor.
Una falta de aceite causa fricción entre las piezas que, además de desgastarlas, aumenta la temperatura hasta niveles altísimos fundiendo piezas y finalmente quemando el motor.
Por ello, antes de que llegue esa fatídica señal en forma de humo u olor a quemado, debemos frecuentemente comprobar los niveles de aceite sacando la varilla medidora, limpiándola a fondo e introduciéndola de nuevo en el depósito. Aprovechamos para fijarnos si el aceite presenta impurezas o pegotes, algo que nos debe llevar de inmediato a nuestro taller de confianza más cercano.
Mancha de líquido en los bajos
Si al desplazar el vehículo de su aparcamiento apreciamos manchas de líquido en medio de la plaza, debemos bajarnos y asegurarnos de qué líquido se trata.
Si la mancha es de agua no hay problema: se trata de los restos de la condensación del aire acondicionado o procedente del desagüe.
Si la mancha es negra e intensa se trata del aceite, por lo que este líquido se está perdiendo por alguna junta o se está quemando, lo cual vendrá indicado también por un fuerte e intenso olor. En ambos casos deberemos comprobar el nivel de aceite y acudir al taller de inmediato.
Si es parecida a agua pero produce olor y no es del todo transparente puede ser causa de pérdida de líquido refrigerante, a causa de las mismas circunstancias que el aceite y para lo que debemos tener la misma reacción: acudir al taller. Ni decir tiene que si se trata de gasolina no debemos perder ni un solo segundo y ponernos en marcha sólo si nos queda suficiente cantidad en el depósito, no pierde “a chorro” y tras buscar el taller más cercano que no nos haga recorrer grandes distancias.
El color del humo del tubo de escape: los mejores testigos
Hay un importante “chivato” más allá de las señales luminosas que podamos ver en el cuadro de mandos (y que por otra parte, nunca debemos ignorar cuando están en naranja, ya que cuando estén en rojo será demasiado tarde y la avería ya se habrá producido).
Estos chivatos son los colores del humo que sale del tubo de escape, que según sea negro, gris, marrón, blanco o azul nos indicará qué le está pasando a nuestro querido vehículo.
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