Cómo interpretar el libro de mantenimiento del coche
El libro de mantenimiento del coche no es un “manual de instrucciones”. Descubre cómo sacarle el máximo provecho a este recurso fundamental del vehículo.
12/06/2019
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Desde SPG Talleres insistimos en dos factores como claves a la hora de llevar a cabo el mantenimiento de tu vehículo: revisiones en tu taller frecuentes (al menos dos al año) y tener en cuenta los tiempos de recambio, el cuidado de las piezas y el tipo de conducción sugerido por el fabricante. Todos estos factores vienen reflejados en el libro de mantenimiento del coche pero, ¿cómo podemos interpretarlo adecuadamente?
¿Qué es el libro de mantenimiento del coche?
Lo primero es comenzar por definir qué es el libro de mantenimiento del coche. Reducirlo a una especie de manual de instrucciones sería reducir a su mínima expresión la utilidad de este manual, clave a la hora no solo de realizar el mantenimiento, sino también para llevar un control de éstos o para, en el hipotético caso de querer venderlo, poder ofrecer al comprador la información al detalle de todos los procedimientos a los que lo has sometido.
Así, la información clave que refleja el manual del fabricante incluye:
- Instrucciones exactas para los cuidados que necesita tu coche: y en su gran mayoría dictadas para seguir al pie de la letra. Es en estos apartados donde más allá de la obviedad de qué tipo de combustible debemos usar para nuestro coche, se nos indica desde el tiempo de revisión y recambio establecido para cada pieza, hasta los componentes compatibles para cada sistema.
- Certificados con las revisiones que se le realicen al coche: selladas y garantizadas por el taller que lo lleva a cabo.
- Visitas al taller del coche: memoria de cada momento en el que se le hace alguna intervención al vehículo.
Otras utilidades del libro de mantenimiento del coche
Así, atendiendo a la información que contiene, podemos considerar el libro de mantenimiento como un historial mecánico de toda intervención que se le debe hacer / que se le hace al vehículo, que no solo sirve para saber cómo actuar o cómo cuidar los componentes del coche.
Tener detallado en un mismo lugar toda esta información no solo es válida a la hora de vender nuestro coche tal como anunciamos, sino para que, en el caso de que tengamos que cambiar de taller mecánico o nuestro taller de confianza no esté al alcance en caso de emergencia, el establecimiento al que acudamos tenga una referencia exacta del estado del coche y sus revisiones.
Además, para hacer valer la garantía del coche en caso de fallo de alguno de sus componentes, es imprescindible que tengamos sellado el libro de mantenimiento: señal inequívoca que la incidencia ha sido fruto de un error de fabricación al haberse llevado a cabo todas las indicaciones de su cuidado.
Por último, también podemos hacer uso del manual de mantenimiento a la hora de contratar una nueva póliza de seguros o cambiar de aseguradora, ya que éstas determinarán el riesgo de avería y/o incidencias en base al historial reflejado en el manual, y con ello el coste del seguro.
Cómo hacer uso del libro de mantenimiento del vehículo
En base a todo lo descrito, debemos interpretar el libro de mantenimiento para dos usos fundamentales: saber qué le sienta mejor a nuestro vehículo (los cuidados necesarios de cada pieza, qué componentes, tipología, incluso marcas son las recomendadas por el fabricante, etc.) y como si se tratara de un historial médico, conocer siempre el estado y la evolución de sus revisiones.
Así, algo tan aparentemente simple como cambiar de neumático puede suponer una gran diferencia para el rendimiento del vehículo si, más allá de la tipología, consultamos algo tan fundamental y que se nos puede pasar desapercibido como la presión adecuada. También aplica a los diferentes fluidos como el aceite recomendado, etc.
¿Quiere decir que, si usamos un aceite diferente al recomendado por el fabricante, estaríamos “faltando” al correcto mantenimiento del coche? Quiere decir que ha determinado cuál es el fluido adecuado para un óptimo funcionamiento del motor: el que, según las numerosas pruebas de calidad de la marca, mejor rendimiento ofrece. Con esta información podemos decidir si seguir la recomendación de quienes mejor conocen el vehículo (su fabricante) o tomarlo como referencia y, en consecuencia, elegir un producto similar.
A este respecto, la asesoría de nuestro taller mecánico también nos puede ser fundamental, al poder a través de este mismo manual y la información que contiene, conocer a la perfección el estado de nuestro vehículo.
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