¿Cuándo poner neumáticos de invierno?
Estamos en pleno invierno y las heladas y la nieve ya se han hecho con el clima de las zonas más frías. No en vano, si trabajamos en carretera o moviéndonos mucho, haga frío o calor, no podemos dejar de usar nuestro medio de transporte habitual por lo que hemos de revisar si tenemos todo el material por si surge una emergencia.
06/01/2020
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Si hay algo a lo que debemos prestar especial atención es a los neumáticos de invierno, que sí o sí hemos de tener si transitamos por carreteras nevadas o con hielo, donde nos aportan más tracción.
Cada año la Dirección General de Tráfico se encarga de recordarnos que durante el invierno no se conduce de la misma forma que en verano, dado que varían las condiciones de la vía. El frío trae como consecuencia que las gomas de los neumáticos se endurezcan y pierdan adherencia. Ello se traduce en que en realidad necesitamos más espacio a la hora de frenar si no queremos incurrir en un accidente y que nuestro acabe en el taller de reparación… o en siniestro total.
A diferencia de las cadenas que únicamente pueden usarse en nieve y hielo, durante el invierno, cuando las lluvias tienden a ser más frecuentes, los neumáticos propios del invierno tienen mejor agarre que los convencionales en cualquier circunstancia por lo que el conductor tiene un mayor control del coche en marcha.
Ventajas de usar los neumáticos de invierno
- Mayor adherencia: cuando se conduce con hielo o nieve, el neumático de invierno se adhiere mucho mejor a la carretera, aumentando la seguridad al conducir. De igual forma durante el invierno, se mantiene “aferrado” al asfalto seco. De hecho, cuando las temperaturas bajan de 7ºC funcionan mejor.
- Dibujo más marcado: el neumático de invierno viene con un dibujo mucho más marcado que el neumático de verano. Esto sirve para evacuar mejor el agua y evitar el aquaplaning.
- Mucha más tranquilidad y seguridad: objetivo primordial de cualquier conductor al aportar más estabilidad al vehículo.
- Menos accidentes: con el neumático de invierno la distancia de frenado se multiplique hasta por ocho. Se traduce en 8 metros en seco, 16 metros en mojado y 32 metros en carreteras con nieve. Si la carretera tiene hielo, el neumático de invierno nos proporciona hasta 64 metros más de frenada que una rueda convencional.
- Más mantenimiento: la ley obliga a que no podemos conducir si las ruedas están en mal estado. El límite lo marca el dibujo y siempre que quede menos de 1,6 milímetros del mismo hemos de cambiar las ruedas. En el caso de los neumáticos de invierno la normativa obliga a que hemos de tener, al menos, cuatro milímetros de dibujo.
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