Pasos a seguir ante una ITV negativa: ¿puedo circular?
Los casos en los que se recibe una ITV negativa son excepcionales: ¿conoces las multas, costes y obligaciones a las que te expones por un coche en este estado?
25/07/2018
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Conductores hay de todo tipo: hay quienes tienen interés en el buen estado de su vehículo por lo que pasan la ITV habiendo trazado cada paso para que este trámite se realice sin percance alguno; pero, por otro lado, también nos encontramos con conductores que por desconocimiento o dejadez circulan con la ITV caducada o desfavorable.
Las estadísticas dicen que una gran mayoría de las ITV son favorables, aunque también hay casos en los que los defectos que presenta un coche puede obligar a denegarse su circulación o lo que es lo mismo, recibir una ITV negativa.
Nadie desea una ITV negativa: el coche queda inmovilizado y no se permite su circulación o su estacionamiento en la vía pública. Y no solo eso: se tendrá que abordar todos los costes necesarios para solventar los problemas que presenta el coche, además de recurrir a la grúa para todos los desplazamientos necesarios que se deben hacer para poner el vehículo a punto.
No debemos olvidar que la diferencia sustancial entre una ITV desfavorable y una ITV negativa es que, en el caso de esta última, el vehículo se debe inmovilizar por completo ni tan si quiera permitiéndose su circulación entre la estación ITV y el taller, como sí es posible en una ITV desfavorable.
Todo lo que debes saber ante una ITV negativa
Las causas más comunes entre las ITV negativas son la acumulación de problemas de alumbrado y señalización, neumáticos y elementos del eje y suspensión o emisiones contaminantes y frenos. La obligación de los conductores es acudir al taller periódicamente para garantizar el correcto estado de su vehículo; obviamente, no debe sorprender a nadie una ITV negativa porque no es más que la consecuencia de la no visita a los centros de reparación durante un tiempo prolongado.
Cuando un coche recibe una ITV negativa, el vehículo queda inmovilizado en la estación de inspección técnica. El conductor estará obligado a recurrir a una grúa para desplazar su vehículo hasta el taller para proceder con las pertinentes reparaciones. Es importante recordar que, una vez reparado el vehículo, también deberá ser mediante una grúa el desplazamiento para volver a pasar la ITV. Si se circula en estas circunstancias, el conductor se expone a 500 euros de multa (sin reducción) y a la inmovilización del vehículo por las autoridades pertinentes.
El riesgo de circular con una ITV negativa es máximo. En caso de accidente, la empresa aseguradora podría reclamar los daños ocasionados. Por lo tanto, se desaconseja totalmente circular con un vehículo con la documentación en este estado.
El plazo para enmendar los problemas derivados de una ITV negativa es de dos meses, sin embargo, difiere según la comunidad autónoma. En este espacio de tiempo establecido, el vehículo debe volver a la misma estación de ITV donde recibió el primer informe.
La ley obliga a pasar la segunda inspección en la misma estación, aunque se puede pedir un traslado del expediente y una autorización si podemos argumentar razones de peso para el cambio. Este proceso tarda no es tan sencillo ni automático, por lo que es conveniente medir los tiempos para no excedernos de los plazos.
Un taller mecánico de confianza nos concede la seguridad de que estos trámites no se convertirán en un quebradero de cabeza. Es recomendable conocer el estado del vehículo, especialmente antes de realizar la ITV con servicios como la pre ITV de coches. Evitaremos sorpresas y ganaremos en seguridad, tranquilidad y gastos derivados de no tener nuestro coche en perfectas condiciones.
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