Recambios de coche más comunes en el taller mecánico
: ¿A qué piezas del automóvil debemos prestar atención a la hora de mantenerlas?, ¿cuáles son los recambios de coche más comunes en un taller mecánico?
26/11/2018
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Da igual que preguntes en un taller mecánico en Girona que en un taller especialista en cambio de aceite en Madrid: todos ellos te pueden ofrecer un listado de las que son las piezas que más se recambian en un taller y casi todos coincidirán en las mismas.
Son piezas que, por durabilidad, por uso o por la forma de conducción, tienen cierta “fecha de caducidad” o se deben cuidar con mayor mimo para que no produzcan averías, siendo frecuente su recambio.
Tenerlas en consideración nos sirve para que, a la hora de la revisión y mantenimiento en el taller, le prestemos mayor atención o consideremos la adquisición de un nuevo recambio. ¿Cuáles son las piezas que más se sustituyen en un vehículo?
7 de los recambios más comunes en un taller mecánico
Los filtros
Principalmente por su naturaleza, los filtros son una de las piezas que más recambio requieren, ya que al retener partículas llega un momento en el que se saturan y pierden su funcionalidad, llegando a resultar contraproducentes si no se cambian.
Hacíamos mención a los talleres especialistas en cambio de aceite de Madrid porque, precisamente, son los cambios de filtro de aceite los más comunes dentro de esta categoría (también lo es el cambio de aceite, pero al no tratarse de una pieza sino un fluido, lo hemos excluido del listado). Su vida útil ronda los 15.000 – 30.000 km.
La batería
Varias son las razones por las que se señala a la batería del coche como uno de los elementos más sustituibles durante la vida útil del automóvil, siendo la cada vez más ingente cantidad de componentes eléctricos de los que se surte un coche, pero también influyen otros factores como los despistes (quedarse encendido los faros), la falta de uso, o los cambios bruscos de temperatura (olas de frío o calor).
Todas estas razones entre otras pueden provocar que, de los 4 años de media que dura una batería, se reduzca el periodo de recambio considerablemente.
Las bombillas
Precisamente por el hecho de que no son pocos los conductores que olvidan apagar los faros en algún momento, las bombillas se cuelan entre los recambios más frecuentes en el taller. Por desgracia, el vandalismo o los golpes inesperados son otro de los motivos por los que acudir al mecánico para ello.
Sin incidencias de por medio, la duración media de una bombilla variará de su tipología y uso, aunque la media se sitúa en las 3.000 horas de uso. Es muy importante que al margen de estos datos, siempre contemos con un pack de repuesto, ya que además de comprometer la seguridad al volante, circular con algún faro inoperativo supone la pérdida de 4 puntos y multas que van de los 60 a 150 euros.
Neumáticos
No solo por cuestión de pinchazos, que quien más y quien menos se expone a sufrirlos, sino por estacionalidad, algo que no siempre tenemos en cuenta. Al menos que contemos con neumáticos mixtos, se deberían cambiar con la llegada de altas o bajas temperaturas en zonas proclives a estos cambios.
Por otra parte, pese a que la vida útil de un neumático ronda los 40.000 kilómetros, no debemos obviar cuestiones como que un uso frecuente puede aumentar su desgaste, debiendo vigilar que éste nunca provoque que la banda de rodadura tenga una profundidad inferior a los 1,6 mm.
Pastillas y discos de freno
Nuevamente son los hábitos de conducción los que determinarán un mayor o menor desgaste de pastillas y discos de freno y con ello, el recambio, aunque de media podemos indicar que, a partir de los 40.000 kilómetros, las revisiones de los frenos deberían estar en el foco de todo taller (tanto pastillas como discos, aunque éstos últimos presentan un periodo de duración mayor).
El coche suele avisar cuando alguna de las piezas que afectan a la frenada comienza a fallar (como vibraciones en el volante), siendo muy importante que, al momento de sentirlas, se acuda al taller más cercano, ya que si esperamos a que se produzcan ruidos o la respuesta de la pieza sea cada vez menor, puede que se hayan visto afectadas otras piezas como las pinzas.
Bujías
La bujía es la pieza que produce la chispa que provoca la mezcla entre el combustible y el aire en los cilindros del vehículo. Dependiendo del número de cilindros de tu coche, puede que tenga mayor o menor número de bujías.
Conviene que distingamos entre los dos tipos de bujías: bujías de encendido (coches de gasolina) y bujías de precalentamiento (coches Diesel). Las primeras tienen una media de duración en torno a los 50.000 km, mientras que las segundas, si la calidad es la adecuada, puede llegar hasta los 120.000 km. (tiempos medios, el tipo de conducción es clave siempre en todas estas estimaciones, así como las indicaciones del fabricante).
Embrague
Si el motor se revoluciona al cambiar de marcha o no responde adecuadamente ante desniveles, ha llegado el momento de pasar por el taller para cambiar el embrague: la pieza que conecta el motor y la caja de cambios, haciendo posible que la potencia del vehículo se traspase a las ruedas.
El recambio del embrague no solo se produce por su desgaste natural, sino que ciertas “manías” en la conducción son la causa más frecuente de que se tenga que hacer su recambio: apoyarnos en la palanca de cambios, usar el embrague de reposapiés, forzar las marchas… hábitos como éstos hacen que el embrague forme parte destacada de la lista.
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