¿Sustitución o reparación de piezas de automóvil?
Tras las revisiones en el taller puede darse el caso que se presente una sustitución o reparación de piezas de automóvil, ¿cuándo se recomienda cada caso?
06/03/2019
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Seamos sinceros: mantener un coche a punto y como nuevo durante años y años no sale barato. Requiere que además del mantenimiento estándar, piezas concretas se sustituyan o reparen cada cierto tiempo. Obviamente no son lo mismo los efectos de reparar que cambiar en cuanto a eficacia y rendimiento, de igual forma que no son iguales los costes de una sustitución completa a una parcial. Siendo consecuentes con el mantenimiento y el paso de los años de nuestro vehículo, ¿qué opciones son más adecuadas según cada caso?
Factores que influyen en la decisión de reparación o sustitución de piezas de automóvil
Como profesionales mecánicos, no podemos atender a aleatoriedades como que siempre queremos un coche joven o que la factura nos salga lo más barata posible. La decisión debe ser consecuente con el estado no solo de la pieza, sino del resto de componentes que se ven afectados por ella.
Así, no tendría sentido cambiar una pieza dañada si el resto del sistema también presenta un desgaste como para sospechar que es cuestión de unos pocos usos que se vuelva a averiar… de igual forma que no lo tiene tampoco (y es poco ético por parte del mecánico) cambiar todo un sistema cuando el fallo únicamente viene de una pieza sencilla y sin afección con el rendimiento del resto.
No existe por tanto más regla general que la lógica y los conocimientos (y trato profesional) del mecánico sobre las consecuencias de una decisión u otra. No obstante, sí se pueden poner sobre la mesa ciertos factores que inclinarán la balanza hacia la respuesta correcta en base a su importancia:
- Nivel de daños: cuántas piezas se han visto afectadas
- Posibilidad técnica de reparación: hay piezas cuya rotura requieren un cambio total, sin posibilidad de cambiar alguna de sus partes
- Calidad final de la pieza reparada: no es lo mismo una reparación que un “apaño” que insinúe una nueva avería en corto plazo de tiempo
- Accesibilidad de la pieza: piezas internas o estructurales pueden afectar a su entorno y requerir mayor mano de obra.
- Desmontaje necesario: si la mano de obra va a ser mayor que la sustitución, no compensa una reparación
- Precio de la pieza de recambio: si la reparación de la pieza tiene un coste elevado y supone menos del doble adquirir una nueva, podría recomendarse la sustitución.
Ejemplo práctico: ¿reparación o sustitución de frenos?
Atendiendo a estos factores, veamos aplicados a un caso práctico cuál podría ser la decisión adecuada en el caso de querer reparar o sustituir unos frenos.
Supongamos que nos encontramos en un taller mecánico especialista en reparación de frenos de Ciudad Real, al que hemos acudido debido a que notamos que el recorrido del pedal es más duro de lo que acostumbramos.
Según la naturaleza de este tipo de averías, puede que tengamos que cambiar simplemente las pastillas o discos de freno, o elementos como el tambor, las mangueras, los bombines y las zapatas, así como otras piezas más “complejas” (en cuanto al desconocimiento del usuario medio) como el servo, el rotor o el depresor.
En principio, este problema es indicativo de, o bien una correa suelta en la bomba de alimentación, un nivel bajo de fluido, fugas en las mangueras del líquido de frenos o válvulas defectuosas, por lo que descartaríamos a priori (estamos hablando de un supuesto, siempre nos debemos dejar guiar por la opinión profesional de nuestro mecánico de confianza) los recambios más “sencillos” (cambio de pastilla o discos de freno).
Por tanto, será la complejidad del recambio y el número de piezas afectadas lo que determinará una reparación, sustitución parcial o total del sistema de frenado, en concordancia con otros factores como el tiempo de uso del vehículo o lo que hayamos tardado en detectar la avería (a mayor tiempo de espera para la reparación, mayores daños al sistema).
Este mismo ejemplo aplicaría en otras averías como las que podríamos presentar en un taller mecánico de cambios de correa en Huelva o incluso, respecto a los neumáticos, que también presentan la opción de cambiar o reparar ante un pinchazo según la gravedad de éste.
Lo que nunca debemos plantearnos ante una reparación o sustitución de piezas de automóvil
En un taller mecánico profesional nunca te sucederá el siguiente supuesto, pero lo que nunca debemos hacer es, con la promesa de una posible rebaja de la factura, acudir a recambios de piezas de segunda mano, aunque se plantee que una pieza totalmente nueva no sea consecuente con el estado del resto de componentes del sistema (para lo cual se recomendaría cambiar el sistema al completo).
Toda pieza cambiada en nuestro vehículo debe estar homologada, certificada como un recambio de calidad y ofrecer todas las garantías posibles como para asegurarnos que no solo vamos a tardar a volver para su recambio, sino que su funcionamiento no va a afectar al resto de componentes del coche y con ello, a nuestra seguridad.
Una pieza de segunda mano jamás podrá ofrecer estas garantías debido a que, aunque su presencia sea la adecuada, no podríamos saber ni su antigüedad, uso y razones por las cuales se ha puesto a la venta.
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