Silenciosos del coche: ¿qué son y para qué sirven?
Los silenciosos del coche forman parte de un grupo de elementos del coche cuya utilidad es máxima y conocimiento no siempre adecuado. ¿Por qué resultan tan importantes?
08/07/2019
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Al pensar en los elementos silenciosos del coche, lo primero que se nos puede venir a la cabeza es que se trata de los elementos que permiten la disminución de ruido del vehículo, y razón no nos faltará. Pero los silenciosos del coche son mucho más que un sistema que reduce la contaminación acústica: también nos ayudan con otro de los problemas causados por el funcionamiento a toda marcha del motor: la emisión de gases contaminantes. ¿Cómo funcionan los silenciosos del coche y por qué resultan tan importantes?
Todo lo que debes saber sobre los silenciosos del coche
¿Qué son los silenciosos del coche?
Los silenciosos del coche son unos dispositivos formados por una cámara atravesada por un tubo perforado también llamado “tubo metralleta” por su gran parecido con el cañón de estas armas.
Este tubo se envuelve en lana de roca que actúa como un potente aislante acústico. Los encontramos en su gran mayoría únicamente al inicio del sistema integrador del tubo de escape, en la parte trasera del vehículo. No obstante, algunos modelos también lo incluyen en la parte media o incluso en la parte delantera, aunque esto no es lo habitual desde hace décadas, cuando en el caso del silencioso del motor se sustituyó por el catalizador al comienzo de la vía de escape.
¿Para qué sirven los silenciosos del vehículo?
Su función principal es la de, tal como su propio nombre indica, reducir el ruido que provocan los gases de escape, pero también tiene una función primordial en cuanto a la reducción de emisiones de gases contaminantes como el CO2: principal causante de los problemas de calidad del aire de las grandes ciudades.
¿Cuándo cambiar los silenciosos?
Su vida media ronda los 80.000 km, aunque tal como ocurre con otros muchos elementos del coche, no podemos medirla en términos absolutos sino lo que nos vayan indicando los mecánicos profesionales en cada una de las revisiones previas.
Nuevamente los hábitos de conducción tienen mucho que ver para que ese margen de 80.000 km se amplíe o reduzca, solo que al contrario de lo que sucede con otras piezas, la falta de uso (un coche inmovilizado durante un tiempo considerable) le sienta peor que un funcionamiento cotidiano, al acumularse humedad en su interior que corroe su composición.
¿Por qué debemos cambiar los silenciosos?
Las tres razones principales son las siguientes:
- Un coche con un silencioso defectuoso obviamente producirá ruido, que no solo incomoda a conductor y viandantes, sino que incluso puede conllevar multas de 200 euros si sobrepasa el límite de 80 decibelios. También es motivo de sanción si el sistema de escape ha sido trucado, modificado o eliminado el silenciador, supere o no la marca de nivel de ruido establecida.
- Aumento de los niveles contaminantes: los silenciosos de nuestro coche se encuentran en el sistema de escape de gases, lo cual no solo conlleva que reduzcan el ruido, sino también lo que lo produce: las emisiones de contaminantes. Un silencioso defectuoso propiciará el aumento de gases y con ello el aumento de la polución y contaminación. Además de resultar insolidario y molesto, puede impedirnos circular en ciudades donde se active un protocolo anticontaminación.
- Aumento del consumo de combustible: como consecuencia de un mal funcionamiento del escape, unos silenciosos en mal estado puede producir un notable aumento del consumo de combustible.
¿Cómo detectar una avería en los silenciosos del coche?
El ruido excesivo y poco natural respecto al funcionamiento del motor es el primero de los indicios. Se hará notar sobre todo al momento de acelerar.
Otra de las evidencias de que algo no va bien en nuestros silenciosos es que escuchemos un golpeteo continuado proveniente de los bajos del coche, señal de que algún conducto se ha soltado y se está moviendo a lo largo del sistema de escape.
La salida de humo de color o prominente puede ser también una causa, pero conviene que ante este indicio, sea el propio mecánico el que la determine, ya que también es común de problemas con el aceite del coche, exceso de combustible o presencia de óxido.
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