Conoce los 5 tipos de baterías para el coche más comunes
Existen diferentes tipos de baterías para el coche que debemos tener localizadas para sacarle el máximo rendimiento a este componente. ¿Cuáles son las más comunes?
26/09/2018
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La batería es uno de los elementos indispensables para que podamos circular con nuestro coche. Al actuar como un acumulador de energía se convierte en una fuente de alimentación y se encarga de aportar la corriente eléctrica necesaria para poner en funcionamiento nuestro vehículo (arrancarlo, poner las luces, etc).
La batería se recarga de manera automática con el propio motor del coche, sin embargo tienen una vida limitada y llega un momento en el que tienen que sustituirse. Cuando llega esta ocasión es ideal tener algunos conocimientos dado que hay varios tipos de baterías y cada una funciona mejor en unas determinadas circunstancias o vehículos.
De un modo u otro, es importante que cuides el estado de la batería con revisiones y mantenimientos periódicos, además de comprobar su carga su no quieres quedarte “tirado”. De cara a un mejor mantenimiento, así como de cara a alargar su vida, es importante conocer qué tipos de baterías para coche hay en el mercado:
Los 5 tipos de baterías más comunes en un taller mecánico
Batería de celdas húmedas
Son las más habituales por lo económicas que resultan (las podemos encontrar desde cuarenta euros, aunque las hay de hasta cien en función del amperaje y marca).
Se trata de unas baterías que funcionan a través de unas placas de plomo, una negativa y una positiva, suspendidas de manera libre en ácido sulfúrico. La negativa se sitúa aislada y sellada para evitar que la placa positiva se deteriore.
Junto al precio, otra de sus ventajas es que apenas necesita mantenimiento y si se avería se cambia y listo.
Batería de calcio
Muy similares a las anteriores, su diferencia se basa en que estas placas están hechas con una aleación de calcio, con lo que se logran dos grandes ventajas: evitar la corrosión y salvar hasta un 80% más de fluido.
Esto también les da una vida útil más larga aunque con una desventaja: se pueden dañar definitivamente si se sobrecargan.
Las burbujas que fluyen dentro del líquido son importantes, ya que ellas son las responsables de mezclar las diferentes densidades de los ácidos. Normalmente puedes encontrar estas baterías por menos de 80€ ya que también son muy comunes.
Baterías VRLA (Gel y AGM)
VLRA o “Valve Regulated Lead Acid”, así se hace referencia a las válvulas de seguridad que se encuentran presurizadas dentro de la caja de la batería: no puede perder líquidos porque el gas está presurizado en estado líquido.
Encontramos dos diseños diferenciados: las baterías de Gel, que usan silicona para solidificar el ácido. Cuestan entre 80 y 200 euros y, aunque son buenas baterías, no son las más adecuadas para un motor de arranque. Por otro lado están las AGM, más conocidas como “secas”. Este diseño utiliza un separador de fibra de vidrio para mantener el electrolito en su lugar, lo que provoca que la resistencia interna sea muy baja. Se trata de una buena opción gracias a su buena potencia. El precio se sitúa entre los 40 y los 250 euros.
Baterías de ciclo profundo
Aunque son las que tiene la capacidad de proporcionar energía durante un periodo largo de tiempo gracias a sus placas más gruesas, no son habituales en coches debido a alto ratio de descarga.
Si son más habituales en coches eléctricos y otro tipo de vehículos que hagan un alto uso de la energía eléctrica. Son baterías muy costosas que parten de los 150 euros en adelante.
Baterías de Iones de Litio (Li-Ion)
Similares a las que podemos ver en móviles, portátiles o cámaras de fotos pero con un tamaño mayor. Las baterías de litio otorgan mayor autonomía a los vehículos y su inconveniente es que su rendimiento en temperaturas frías es menor respecto al resto.
Son frecuentes en algunos modelos de coches de alta gama, de edición limitada o para alimentar coches eléctricos, quizá por el hecho de que su precio parte desde los 800 euros.
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