Los 3 errores comunes con el uso del embrague del coche
El uso del embrague del coche es algo que tenemos muy interiorizado. Aun así, solemos caer en errores que se traducen en desgastes y averías. ¿Cuáles son los más comunes?
23/05/2019
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De la teoría a la práctica hay un trecho en todos los sentidos. Así, de lo que aprendemos en la autoescuela a lo que realizamos en nuestro día a día conduciendo nuestro vehículo, puede haber de diferencia que adquiramos ciertos vicios o malos hábitos, incluso inconscientes que, si bien no suponen un peligro, sí que aumentan las probabilidades de avería o desgasta las piezas del automóvil. ¿Cuáles son las “manías” más comunes a la hora de hacer uso del embrague del coche?
3 manías que eliminar a la hora de usar el embrague del coche
Dejar el pie sobre el embrague
Pese a que no debemos generalizar en cuanto a malos hábitos, si que podemos hablar de errores frecuentes. Y a la hora de hablar del embrague, dejar el pie sobre este cuando no se usa o no hace falta su uso es de los más comunes, sobre todo en conductores noveles o inseguros que necesitan tener bien al alcance cada uno de los elementos que facultan la conducción (también sucede en algunos casos respecto a la palanca de cambios).
Este “inocente” gesto daña mucho más de lo que pensamos el sistema de embrague, sobre todo en ciudades donde los atascos son frecuentes y, por ello, el hábito también. Así, no son pocos los talleres para cambio de embrague en Madrid que ven como se ha acelerado el desgaste del sistema por el pequeño desajuste (aunque continuado) que se produce entre el disco del embrague y el motor debido a esta mala práctica.
Dejar el pedal pisado cuando no hace falta
Ya no hablamos ni siquiera de apoyo (para lo que, por cierto, existe el reposapiés) sino de la pisada que se produce por ejemplo en semáforos para que el arranque sea más limpio y evitar el calado. Pese a que es otra de las prácticas “inocentes” y toleradas, la pulsación del embrague mientras no hace falta produce fricciones en el disco que acortan el tiempo promedio de duración de estas piezas. Además, produce un sobreesfuerzo del resto de piezas que acompañan al pedal de embrague, como el cableado y los muelles.
No pisar a fondo el pedal de embrague
Y de los malos hábitos por apoyar o pisar el pedal, a aquellos que son causa de no hacerlo a fondo cuando toca. Esto es, al momento de detenernos o cambiar de marcha. ¿Y qué consecuencias tiene hacerlo de forma tímida? Al alargar la transición entre embragado y desembragado, generamos un estrés excesivo a la pieza, lo cual se traduce nuevamente en desgaste prematuro.
Esta acción imprudente produce una señal que indica que algo no estamos haciendo correctamente. No es otro que el sonido metálico de rascado, tan característico cuando no se ha pisado todo lo que se debía el pedal de embrague al cambiar de marcha y, por lo tanto, no se ha desacoplado produciéndose fricción en el proceso.
Todas estas acciones en el uso del embrague del coche pueden llegar a ser consideradas como cotidianas, e incluso resultar exagerado indicar que hechos como apoyar el pie en el pedal produce averías o desgaste. Cada vez que una pieza del coche no se utiliza correctamente, se acelera su desgaste: piensa en la cantidad de veces que al día cambias de marcha, y multiplícala por la vida útil que esperas tenga tu vehículo, ¿no crees que son suficientes ocasiones para que un pequeño gesto acabe por convertirse en una avería importante?
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